Un vistazo histórico de la Merced
Antes de ser fundado, el hoy conocido barrio de la Merced pertenecía a una de las zonas aledañas al gran imperio de México-Tenochtitlan, cercana al actual Eje Central Lázaro Cárdenas y por ende al embarcadero que iba rumbo al lago de Texcoco. Ésta representaba una de las zonas comerciales más importantes dentro de la economía Mexica; de la misma forma ahí se encontraba la zona de calpullis, los cuales se iban dividiendo en tanto la población lo requiriera económicamente. La Merced representa uno de los sitios más antiguos dentro de la historia del Centro Histórico.
Curiosamente con el paso del tiempo, incluso con la llegada de los españoles, no ha dejado de tener su importancia económica, formando parte de las comunidades dedicadas a la venta y servicio, tal como se puede apreciar hoy en día en el Eje Central Lázaro Cárdenas.
La Merced, ubicada desde el convento e iglesia de la Merced hasta llegar al Anillo de Circunvalación[1], ha sido un barrio que ha recibido una gran cantidad de migrantes, puesto que familias de “provincia” (principalmente del sur del país) han llegado a establecerse, y de la misma forma, a establecer sus negocios.
A través de los años La Merced ha conocido diversas tradiciones y se ha tornado en un lugar muy apegado a las celebraciones de carácter religioso; dentro de las principales festividades que podemos observar se encuentra la Fiesta de la Virgen de las Mercedes, culto proveniente de España, más precisamente de la provincia de Cataluña. Cabe destacar que para albergar el desarrollo de un patronazgo se construyó el convento hoy llamado Claustro del Ex-Convento de Nuestra Señora de la Merced, que no estaba ubicado donde ahora tenemos el mercado sino en la calle República de Uruguay; este edificio fue demolido en 1861 a raíz de la aplicación de las Leyes de Reforma y la desamortización de los bienes eclesiásticos a mediados del siglo XIX.
“Con la construcción del Convento de la Merced, desde el siglo XVII la zona tomó su nombre actual. No fue producto casual o circunstancial , sino un hecho consciente y planeado, dada la persistencia en la zona de una antigua costumbre de comercio y mercadeo.”[2] El barrio representa uno de los puntos de comercio de la ciudad, por lo que la creencia de la Virgen de la Merced no es una coincidencia, dado que esta figura popular del catolicismo es la patrona de la diócesis de Barcelona, una de las ciudades históricamente más influyentes dentro del comercio Español. El festejo (aquí en México) se lleva a cabo el 24 de Septiembre por todo el barrio, llevando a cabo procesiones que comienzan desde 4 días hasta una semana antes[3].
En ella se han conocido problemas sociales, los cuales no son ajenos a ninguno de los habitantes, entre ellos podemos ubicar el crimen organizado, el narcotráfico, las peleas entre barrios, la corrupción, y por supuesto, la prostitución; sin embargo no deja de ser un área que busca crecimiento social basado en el cambio de esos conflictos y un barrio que busca nuevas oportunidades.
Dentro del mercado podemos encontrar varios grupos culturales, los cuales han llegado de otros sitios o bien han estado ahí desde la creación del barrio. La multiculturalidad es una característica positiva por el conocimiento de diversas tradiciones, y además hay un factor muy importante: los niños; el hecho de que sea un área joven es positivo, pero puede dañarse por el contacto con la parte mal vista. Por estas razones hay personas, como el señor Raúl Mejía, preocupadas por el buen desarrollo de esta juventud ávida de conocimiento y que con su propio esfuerzo y apoyo incondicional de los compañeros del Mercado han desarrollado un centro cultural llamado “Keren tá”, el cual, como el mismo Raúl Mejía me ha contado, significa: “Los niños de la Merced” y se encuentra ubicado en la Nave Mayor del mercado.
¿Cómo entender la vida en el barrio? ¿Cómo apoyar la explosión de cultura y guiar a la juventud a un camino donde el aprendizaje y el conocimiento se adquieren por medio de diferentes medios? La respuesta es la enseñanza, ir a estos sitios no sólo a hacer las compras sino entrar, llevarse y dejar un poco de conocimiento; es la llave para el crecimiento de barrios que han sido ignorados y marginados. El medio en el cual las personas viven dice mucho de ellas, la Merced habla de personas, que a pesar de ser vinculadas con un sistema de crimen y desigualdad, te siguen viendo como “El joven” o “La güerita” y te siguen ofreciendo la mejor de sus sonrisas, dejando de lado cualquier problema que tengan en su vida cotidiana.

Social y culturalmente la Merced representa uno de los sitios más variados en cuanto a tradiciones, al igual que barrios cercanos como el de Tepito o la Lagunilla, los cuales tienen como relación aspectos como la economía y la religión. Hay que tomar en cuenta que es necesario conocer la vida social, cultural, urbanística y arquitectónica para poder implementar proyectos para la recuperación de lugares como éste, que promueven una vida digna y la posibilidad de entender la historia desde el punto de vista de uno de los barrios más antiguos de la historia de México.
Referencias
[1] De acuerdo con el doctor Ricardo Tena, se habla de algunas variantes en la historia de este barrio puesto que algunos mapas coloniales ubican al barrio de La Merced hasta la calle San Pablo o bien la misma colonia Centro. Véase: Ricardo Antonio Tena Núñez, Salvador Urrieta García (Coord.), El Barrio de La Merced: Estudio para su regeneración integral, UACM IPN (Colección LA CIUDAD), México, 2009.
[2] Ricardo Antonio Tena Núñez, Salvador Urrieta García (Coord.), El Barrio de La Merced: Estudio para su regeneración integral, UACM IPN (Colección LA CIUDAD), México, 2009.
[3] Patricia Ruvalcaba, Sandra Ortega, La Merced, Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, México 2012.