La cruzada civilista y su impacto en la sociedad y la democracia en Panamá


Todos los países del mundo albergan en su memoria luchas sociales que marcaron de manera significativa su historia local, Panamá no escapa a esta realidad el 11 de octubre de 1968, los mandos medios de la Guardia Nacional, encabezados por el Mayor Boris Martínez, dirigieron un golpe de estado derrocando al entonces presidente electo y constitucional Arnulfo Arias Madrid, que había tomado posesión del cargo hacía sólo 11 días. Este evento dio inicio a una dictadura militar liderada por una junta provisional de gobierno que duró hasta 1969, cuando asumió el cargo de Comandante en Jefe el General de Brigada Omar Torrijos Herrera.

Textualmente lo expresa Félix Ruiz Rodríguez  periodista de la Estrella de Panamá:

 “La noche del viernes 11 de octubre de 1968, Panamá vivió el segundo golpe de Estado en su historia republicana.

La Guardia Nacional, comandada por el mayor Boris Martínez y el teniente coronel José H. Ramos, derrocó al presidente constitucional, el doctor Arnulfo Arias Madrid, quien había sido declarado vencedor en las elecciones presidenciales del 30 de mayo de ese mismo año” (Rodríguez 2014).

Desde este momento se inicia un periodo militar que duro 21 años donde violaron derecho a ciudadanos que estaban en contra del régimen militar uno de estos casos es el caso del padre de la iglesia católica  Héctor Gallegos quien era aliado de los campesinos en Santa Fe de  Veraguas quien fue desaparecido un 9 de junio de 1971 a las 9 de la noche.

Según Publicado en el Diario La Estrella de panamá por la periodista Mónica Guardia:

En 1971, le tocaría el turno al sacerdote colombiano Héctor Gallego, detenido, según varios testigos, la noche del miércoles 9 de junio, a las 11 de la noche, en la población de Santa Fe, provincia de Veraguas, sin que hasta el día de hoy se conozca su paradero. (Guardia, 2015).

Y así prosiguieron estos desmanes a manos de los militares que dominaban las riendas políticas de Panamá, luego de que el general Omar Torrijos depositara su confianza en el que a la postre se convertiría en el Hombre fuerte de panamá Manuel Antonio Noriega, el general es asesinado en un dudoso accidente el 31 de julio de 1981, a los 52 años de edad en un sospechoso accidente de aviación. Versiones no confirmadas aseguraron que los instrumentos de la nave fueron interferidos desde tierra.

El general Torrijos en un vuelo interior desde Penonomé (Centro del País) a su residencia de Coclesito, en la costa Atlántida, a unos 90 kilómetros al Noreste de la capital de Panamá, su aeronave exploto en pleno vuelo, el sitio del impacto fue localizado varios días después y el cuerpo sin vida de Torrijos fue recuperado por un comando de fuerzas especiales a inicios de agosto, en una zona selvática conocida como Cerro Marta.

Según Artículo publicado por La Estrella De Panamá dan algunas versiones oficiales sobre el incidente que le quito la vida al General ese 31 de julio de 1981:

Según los peritos panameños y los de la compañía canadiense De Havilland y la estadounidense de motores Pratt & Whitney, no se detectaron residuos de explosivos. Tampoco fallos mecánicos. Primero hubo una colisión y luego un incendio.

Se trataba de un accidente tipo CFIT, es decir, contra el terreno de vuelo, el más común entre los accidentes ocurridos en la aeronavegación panameña. De 17 accidentes entre 1935 y 2000, 15 fueron de este tipo No obstante, el perito John Gilchrist, de Havilland ‘no descartó irrebatible mano criminal’. (Guardia, 2015).

Olmedo Beluche en su libro Diez Años de luchas Políticas y sociales en Panamá retoma las aseveraciones que hace Moisés Torrijos hermano del general que aseguraba: “Se trata de un atentado preparado por la Agencia Central de inteligencia (CIA) de Estados Unidos. Posteriormente también se ha especulado sobre la posible participación del, en ese entonces, Teniente Coronel Manuel A. Noriega, responsable de la inteligencia Panameña.” (Peluche, 1994, p.90).

El Noriegato comenzó con represiones sangrientas y muertes escandalosas, una de ellas fue la del chitreano residente en Costa Rica, el Dr. Hugo Spadafora. El 13 de septiembre de 1985, Spadafora era seguido por un agente de las Fuerzas de Defensa vestido de civil, Francisco Eliécer González Bonilla, conocido con el alias de “Bruce Lee”. Al día siguiente se halló el cuerpo sin vida del idealista en tierras costarricenses, a pocos metros de la frontera con Panamá. Hugo Spadafora venía realizando una serie de denuncias contra el comandante de las Fuerzas de Defensa,este acontecimiento fue el detónate que impulso a la sociedad civil a conformar un frente de lucha denominado  cruzada civilista que tenía como objetivo luchar en contra de los abusos arbitrarios del comandante Manuel Antonio Noriega , el 6 de junio de 1987 cuando el Coronel Roberto Díaz Herrera se separa o lo separaran del cargo que ostentaba en las Fuerzas de Defensa de Panamá antigua Guardia Nacional de Panamá y denuncia en Conferencia de prensa lo siguiente:

* Los detalles del fraude de las elecciones generales de 1984 se habían arreglado en su mansión con la participación de Magistrados del Tribunal Electoral de Panamá.

* Haber obligado la renuncia del Presidente Nicolás Ardito Barletta

* Su mansión había sido comprada con dinero obtenido por la venta de visas a cubanos por oficiales del Gobierno panameño.

* Acuso al Gen. Noriega como el instigador de la muerte del Dr. Hugo Spadafora Franco

* El Shah de Irán, le dio al Gen. Omar Torrijos $ 12 millones a cambio de asilo, dinero que fue depositado en una cuenta cifrada en Suiza.

* Beneficios económicos a altos funcionarios del gobierno por parte del Narcotráfico Internacional y del tráfico de armas.

Aunque Díaz Herrera, dio más declaraciones en los días siguientes involucrando más al régimen de la corrupción generalizada, y en un momento de pánico se retractó, pero estas fueron las detonante para iniciar una insurrección civil de la sociedad panameña

 El “Viernes Negro” fue un suceso ocurrido en Panamá, el 10 de julio de 1987, cuando el régimen militar reprimió con dureza una manifestación política convocada en la Ciudad de Panamá, por la Cruzada Civilista Nacional que pedía el fin de la dictadura en el país y  Organizo La Gran Cruzada Blanca, en la Iglesia del Carmen, ubicada en Vía España, en Ciudad de Panamá, las fuerzas aliadas al gobierno militar organizaron un acto político contra esta manifestación el día 9 de julio, pero el Presidente Eric Arturo Del Valle ordenó la prohibición de ambas marchas, y haciendo caso omiso la Cruzada Civilista Nacional organizó dicho evento, a la vez que las Fuerzas de Defensas de Panamá, específicamente, las fuerzas anti-motines llamadas Dobermans junto con otros estamentos de esta institución armada y elementos civiles simpatizantes al gobierno como los CODEPADI, y el Batallón de la Dignidad arremetieron contra los miles de manifestantes, efectuando arrestos masivos y sometiéndolos en una intensa represión, violaciones y vejaciones de todo tipo contra los opositores y ciudadanía panameña en general.

La cruzada civilista tuvo como símbolo el pañuelo blanco. Diariamente el número de personas que se congregaba en las intersecciones de la calle 50 iba en aumento. Las autoridades militares comenzaron a preocuparse y a reprimir, al principio en forma moderada, estos brotes espontáneos de protesta. Situaban destacamentos fuertemente armados en lugares estratégicos de calle 50.

La Cruzada Civilista Nacional fue una experiencia trascendental para miles de panameños de todas las edades y clases sociales. Los reclamos de justicia, democracia y libertad unieron una población que valientemente se enfrentó en las calles los desmadres de un régimen dictatorial encabezado por Manuel a. Noriega.

Y gracias a esta lucha se desato el 20 de diciembre de 1989 la invasión a Panamá en una operación denominada “Causa Justa” donde logran detener al comandante Manuel Antonio Noriega Y llevado a Estados Unidos A Pagar sus Crímenes contra la nación Panameña en estaos momentos se encuentra recluido en su natal País en la Cárcel de alta seguridad “El Renacer” cumpliendo sus últimos años de sentencia.

Adolfo Cubilla Hernandez.